Hay muchas cosas que nunca he entendido
bien y que algún día me gustaría entender, una de ellas y es la
que sublimaré esta tarde a través de esta breve entrada a mi
olvidado blog es el resentimiento que algunas personas tienen hacia
sus ex.
Si bien el amor se da de una manera
mágica y hormonal creo que nadie se puede llegar a imaginar cuando
va empezadno una relación ese momento en que todo es bello y
perfecto como podría acabar.
No puedo decir que soy víctima de ello
en el sentido más purista de la palabra porque si bien soy blanco de
los odios de dos de mis ex parejas la palabra víctima esta concebida
en nuestra sociedad con un cierto halo de sufrimiento y no es que yo
sufra o no pueda dormir por las noches por este hecho solo que lo que
en un momento fue algo sublime puede convertirse en algo tormentoso.
No hay relación que termine bien,
ninguna de las partes queda conforme al 100% o inmune después de una
ruptura por más efímera que la relación haya sido, siempre queda
algo por decir sea cuál sea el motivo de la ruptura.
Ahora bien ¿por qué hay personas que
terminan odiando de una manera casi hitleriana a alguien que en su
momento fué su motivo de vivir y más cursilerias de ese tipo?, la
persona que se preocupo por ella y le ayudo en todo lo que fué
posible, simplemente no termino de entender como se da esa espiral de
autodestrucción que en poco tiempo termina en el peor de los odios.
¿Por qué se da esa actitud de si yo
te hago esta bien pero no hagas nada tu a mi porque entonces se
desatará mi furia?
¿Voy a reclamarte cosas que no tendría porque reclamar y estoy en mi derecho?
Si bien siempre he creído que no
podemos ser amigos de nuestras ex parejas creo que el extremo radical
de pregonar que la ex pareja fue lo peor que te ha pasado en la vida
y encontrarle todos los defectos así como la culpa de nuestros
problemas puede ser una exageración y un síntoma inequívoco de la
grandeza de sus problemas internos no enfrentados porque de ser así
como fué posible que la relación haya funcionado años.
De cualquier manera trato de no
engancharme con ello, les deseo larga y próspera vida y mejores
novios de lo que yo haya podido ser en nuestro mejor momento.
No me queda mucho por decir a este
respecto salvo que el hecho de escriban lo que escriben de mi solo me
hace pensar que tienen una memoria muy mala -además de selectiva a su
favor- y que el hecho de que ya no nos amemos no quiere decir que en
su momento no lo hice.
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