viernes, 19 de octubre de 2012


Mis gustos musicales son un poco raros a lo mejor producto de lo que mencioné hace algunas entradas por mi estadía en aquella pequeña ciudad de Michoacán, en ese lugar por allá de 1990 solo había 2 estaciones radiales –que programaban casí las mismas 20 canciones todo el día- y además era antes del TLC que trajo consigo (además de snickers y milky ways) stereos con cds, los cuales eran presumidos por los sombrerudos habitantes de la ciudad en cuyos altavoces sonaban a tope interpretes mejor conocidos  como los temerarios y/o los bukis y/o industria del amor y/o los tigres del norte y/o Juan Gabriel y/o los yonics y/o los bukis (ok, creo que ya entendieron el punto). Mi padre se refería despectivamente a todas esas personas como la ñerada así es como desarrolle una animadversión hacia ese tipo de “música” que a la fecha ha evolucionado y ha admitido en ese redil a “generos” abominables como el regueton (o como se escriba), el duranguense, la bachata, etc.
Con este background un tanto hóstil hacia el buen gusto tuve afortunadamente a mis tías (en aquella época jóvenes y rockeras de Guadalajara), desde pequeño estuve en contacto con esos vejos clásicos del rock (que ahora te los encuentras en un cd pidata con todos sus éxitos en mp3 por $20 pesos a la entrada de la estación de Juárez) desde Led Zeppellin a Pink Floyd.

A ese respecto tengo una laguna mental aproximadamente hasta mis 12 años cuando conocí MTV (que en aquel entonces todavía transmitía videos musicales) y quede maravillado con un video en particular, una animación irónica, una caricatura inocente que narraba las peripecias de  dos adolescentes que se adentraban el mundo obscuro de la Londres de finales de los 90; el video en cuestión era “Paranoid Android” de Radiohead (comandados por el señor del ojo cheche). De la misma camada musical tengo también recuerdos Garbage con su vídeo “Push hit” o de Lenny Kravitz con “If you can´t say no”.
Ya desde entonces mis gustos diferían con los de mis entonces compañeros de la secundaria que tenían preferencia por limp bizkit y por los backstreet boys según el genero del escucha.
Fue hacía finales de 1998 que conocí a Depeche Mode con una canción que si bien ha sido olvidada para mi fue la que me engancho, si bien “Only when i loose myself”es una composción oscura y compleja  que a mi me gusta muchísimo al grado de generar una adicción hacía esta banda británica.
Desarrolle un gusto por esa corriente que fue conocida como post punk o new wave, escuche los cd´s que tuve a mi alcance gracias al entonces novio de una de mis tías desde new order hasta Morrissey, pasando por The Smiths,  Pulp, James, Joy Division, The Cure, etc.

El trayecto de regreso a mi casa con mis walkman sony pegados con cinta aislante era acompañado por mi fiel cassette (adquirido en Aurrera) de Singles 86-98 de Depeche Mode, para mis amigos de esa época yo estaba atrasado en música pero para mi yo era muy sofisticado –y creo que el tiempo me dio la razón- hoy en día vemos más bandas con la influencia de Ian Curtis que bandas atrapadas en el grunge (con excepción de disidente que según ellos están al nivel de Nirvana o de Pearl jam) o a Trent Reznor de Nine inch nails recibiendo premios por sus geniales soundtracks en lugar de un olvidado y decadente Axl Rose.

Ya en la década de los 2000 con la masificación del internet que nos trajo desde napster (of puppets), audiogalaxy, gnutella, limewire, last fm, pitchfork y sound cloud más recientemente, el abanico de opciones musicales ha llenado de satisfacción mis oídos con muchísimas bandas nuevas (incluso locales) que de verdad da gusto  y también me hace pensar en que en otra época me hubiese aburrido demasiado.



viernes, 12 de octubre de 2012


No tengo la intención de escribir una auditoría de los 28 años que tengo dando lata por este plano de la existencia menos aún mis memorias, no vine a tirar netas y como escribí con anterioridad es más una cuestión terapéutica. 
Sin embargo al estar frente a un teclado no puedo evitar recordar algunos episodios de mi vida que han definido mi carácter como cuando tenía 5 años y fui atacado por unas hormigas o unos meses después cuando me pico una abeja o mejor aun cuando me quede encerrado en la cajuela del auto de mi padre…si así es desde niño tuve cierta destreza para meterme en problemas.
Cabe destacar que soy tapatío por nacimiento y que los primeros años de mi infancia los pase en una pequeña ciudad con olor a campo cuyo pueblo tiene el empuje que mueve a México (o al menos eso diría un panfleto de solidaridad, el programa gubernamental en turno a principios de los 90) la ciudad en cuestión es La Piedad en el pintoresco estado de Michoacán (si así diría el mismo panfleto gubernamental).

Pero la cruda realidad de las cosas es que La Piedad era (y sigue siendo) un pueblo apestoso, un punto de paso entre Guadalajara y la Ciudad de México (aunque este tipo de comentarios hagan enojar a mi tía Chuy); o solo el paraíso para los comedores de productos derivados de ese tierno animalito conocido como cerdo (no el que abunda en la clase política mexicana).


El punto es que estaré escribiendo algunas cosas chuscas de mi vida, otras más cotidianas y otras tantas más orientadas hacia mis opiniones de temas más actuales.

Probablemente muchos de ustedes no lo sepan pero hasta hace (relativamente) pocos años en Guadalajara los conciertos eran más bien escasos, se limitaban a un desfile de artistas fonovisos mediocres traídos por las fiestas de octubre y a los festivales de las abundantes estaciones de pop, tambora y otras abominaciones auditivas.

Si bien tuvimos muchas presentaciones de grupos como Cuca o Azul violeta era muy dificíl hablar de un buen concierto, la opción siempre fue ir al DF sin embargo la esperanza para los amantes del rock en esta ciudad comenzó a ser vista hacía 1998 año en que abre sus puertas el hard rock live en la entonces “exclusiva” plaza de tablaroca conocida como centro magno (erigida sobre un clásico de la vida nocturna tapatía de mediados de los 90, el lado b). 
El inicio de la conocida sucursal fue sumamente mediocre al ser escogido Maná para su estrenarla (un mal augurio, desde luego) pasarón por ahí algunas leyendas del underground como The mission UK, Front 242, Rammstein, Brendan Perry, etc. El problema vino cuando permitieron que cualquier espectáculo de poca monta (como Pancho Barraza por ejemplo) se presentase en  el escenario de la franquicia de la guitarrota. 

Hoy en día el lugar ha sido ocupado por un casino en cuyas máquinas las señoras clasemedieras tapatías dejan el dinero de las colegiaturas de sus hijos, pero sin embargo esa guitarrota permanece como un recuerdo de los primeros acordes rockeros de este siglo.

Hoy en día tenemos muchos foros como el Teatro studio cavaret, el teatro Diana, el auditorio Telmex, el foro alterno, old jacks, F. Bolko, etc.

Por hoy no tengo mucho tiempo para seguir divagando, sean felices.



lunes, 8 de octubre de 2012

otro blog más

Llevo años teniendo esta cuenta y simplemente no había tenido absolutamente nada que decir fuera de lo que escribo en mis redes sociales pero en vista de que solo obtengo unos pocos likes (generalmente de las mismas personas) y poca retroaliementación en ellas decidí ponerme muy 2008 y escribiré mi blog.
Considerando lo anteriormente expuesto ahora considero por ser leído por desconocidos, si esos mismos desconocido que en la madrugada después de revisar la oferta de porno optan por reir un rato con las estupideces anónimas de los demás. Pese a que la moda de los blogs ya va más de salida -siempre llego tarde a las fiestas- sigo creyendo que las letras son imperecederas ante cualquier moda.

"Para escribir solo se necesitan dos cosas, tener algo que escribir y escribirlo"
Oscar Wilde